(Esta canción se me ha pegado hoy y se aplica bastante, je, porque definitivamente solo hay una yo :) )
Hay gente que,
si viera la siguiente entrada y de qué trata, se escandalizaría diciendo que
semejantes declaraciones son demasiado íntimas y personales para hacerlas
públicas (He ahí por qué está archivado en “íntimo y personal”) Incluso una parte
de mí está viéndome con ojos espantados mientras mis dedos la redactan
Sin embargo,
voy a escribirla. Al fin y al cabo uno nunca queda bien con toda la humanidad y
es bueno que el mundo conozca de vez e cuando lo que realmente pensás y sentís
acerca de … las cosas.
Definir
sentimientos no es fácil. De hecho, por eso son sentimientos. Son emociones,
cuestiones tan complejas que no están hechas siquiera para ser descritas. Por
eso se confrontan con la razón. Porque hay cosas que sencillamente la mente no
entiende.
A lo largo de
mi vida he pasado por diferentes percepciones de los sentires que nos ocupan en
este momento: cariño, amistad y amor. Primero por la evolución de la persona:
obviamente tu visión de las cosas cambia a medida vas creciendo. Segundo, y
este es un factor exclusivamente mío: soy una persona que se transforma por
naturaleza. Seguro, dirán, es que todos cambiamos. Pues sí, pero vo experimento
cambios conscientes y bastante radicales cada dos por tres.
Siempre ha sido
así. He pasado de ser una ratoncita tímida a una serpiente enfadada o un león
malhumorado o a una flor marchita o a un brillante sol muy a menudo. A veces me
pasa varias veces al día. Puede que saque mi fuerza, puede que no… y siento que
con cada persona soy alguien diferente.
Algunos lo
consideran debilidad, otros fortaleza, otros simplemente cualidad y otros inseguridad. Admito que soy insegura en
muchos aspectos. Pero así soy yo: cambiante “en lo superficial y en lo
profundo” como diría la Negra Sosa; pero con una esencia que se mantiene a
pesar de todo.
Digo en lo en
lo profundo y ustedes se quedan : ¿pero cómo es eso si tu esencia se mantiene?
Pues, que mis valores y creencias humanas están siempre ahí, mis sentimientos
están ahí, pero cambia mi forma de verlos, evaluarlos y utilizarlos..
Antes, cuando
era pequeña y hasta hace relativamente poco, creía que todo
el mundo
prácticamente era mi amigo. Todo el mundo que existía a mi alrededor.
Quizás
era para disipar la sensación de soledad que a veces otorga la unicidad combinada
con la primogenitura.
Pero después de
largas meditaciones, he logrado establecer cierta escala de cercanía y de
cariño. No es que cada nivel sea “mejor” que el otro (ejemplo: no suelo usar el
término “mejor amiga”) sino que sencillamente, tiene un papel distinto. En unos
hay mayor medida de ciertas cosas, en los otros menor y asi.
Sin embargo,
antes de pasar a mi escalado descubrimiento parcial (como ya dijimos mis
percepciones evolucionan y cambian) he de dejar claro que un 99 % de las veces
siento lo que digo. Trato de ser coherente, aunque algunas veces haga cosas por
temor a tu rechazo o finja en alguna medida para “quedar bien”. No obstante, si
estamos frente a frente se nota de inmediato o cuando menos, yo me siento
asqueada.
Que soy
apasionada a la hora de sentir es una gran verdad… pero vamos al grano ya, que
me estoy cansando de dar aclaraciones y vueltas:
El cariño es
una cosa natural en mí, por lo tanto es realmente difícil que me caigás mal a
menos que esté enojada contigo. Y en dichos casos (alguna medida de disgusto o
enojo contigo) aunque me sienta chica mala, evadiré tu presencia y tu palabra
lo más posible; no soy amiga de enfrentamientos y peleas.
Decir que “me
llevo bien con alguien” no significa necesariamente
un gran nivel de cercanía.
Es más bien decir: sí, podemos trabajar juntos, hay simpatía y nos caemos bien…
o “no hay choques”.
Por cierto, si
en algún momento te digo que me caés bien, al menos en ese fortuito momento, es
cierto. Nunca miento cuando lo digo. Lamentablemente, conmigo es más perecedero
el “me cae mal”. Me resulta más difícil cambiarte de percepción en ese caso.
Decir que “me
llevo” con alguien (nótese la diferencia con la categoría anterior) expresa
mucha más cercanía y confianza. En otras palabras, te hablo bastante más. Hay
personas que introducen como factor el tiempo, pero en mi caso no
necesariamente es así. Podés pasar varias horas diarias conmigo y no
necesariamente ser mi compinche y confidente inseparable.
Si te digo que
te quiero es cierto… pero ojo con ello: puede ir de lo mínimo hasta antes del
“te quiero mucho”, si este no se ha dado aún. Pero denota menos confianza y
menos… soltura y comodidad que lo que sigue.
Si te digo que
“te quiero mucho” significa que confío en ti, que valoro mucho tu amistad y que
te soy lo más leal que puedo. Prácticamente es ya mi declaración de amistad
total J aunque nos fala un “nivel” por especificar.
Si te digo que
“te amo” no bromeo con ello: lamentablemente esta frase se ha comercializado,
materializado y cerrado mucho a las relaciones de pareja o de noviazgo. Uno
puede amar a sus amigos y amigas, sí. Porque amar significa ver la luz en el
otro permanentemente y aceptarlo tal y como es. (No AGUANTARLE todo, que es
otra cosa) Velar por su seguridad y su felicidad. Que saquen lo mejor de sí
recíprocamente, que haya franqueza y perdón entre ustedes.
Las personas
que amas te sacan algo tan sublime y tan profundo que no lo sabes explicar, una
especie de ternura inexorable y una incondicionalidad casi absoluta, o puede
que sin el casi.
Si te digo que
te amo, es que daría por ti la vida. Y si vos me lo permitís, lo dirá mil veces
al día y te lo demostraré siempre. Decírtelo depende de la apertura que haya en
vos también, pero eso sí; si te lo digo tené por seguro que has conseguido mi
amistad para toda mi vida.
¿Puedes cambiar
de categoría? Sí, lo siento. Y te diré por qué: por la confianza. Claro, también puedes cambiar de lugar
positivamente y quizás quedarte ahí, pero para mí tu lealtad y tu sinceridad
son muy importantes.
Si alguno de
nosotros dos ha cometido un error, el perdón es importante: tanto tu capacidad
de pedirlo como de darlo. Que me pidas perdón por haberme herido vale mucho
para mí.
Si alguna vez pierdes mi confianza, es importante que te des cuenta. Te costará
volverla a ganar, pero es posible.
No sé del todo
por qué publico esto, la verdad. Quizás sea una manera consciente de reconocer
mis percepciones y puntos de vista, y ser lo suficientemente valiente como para
mantenerme firme una vez salgan a la luz.
Para mí es
fácil querer y suele ser difícil porque la mayoría de ustedes quiere en
proporción al tiempo de conocimiento. Qué puedo decir, así soy yo. Es yuca, sí,
pero como mi querido padrino dice… ¡zóquela!
Puedo parecer
simple, pero no lo soy… en fin
Domo dijo otro externadista,,, si uno escribe, publicar debes... Saludos
ResponderEliminar